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Introducción
Seguramente estés de acuerdo si decimos que como empresa deseas crecer, vender más y alcanzar tus metas. Sin embargo, es importante que sepas que, para obtener resultados, los deseos por sí solos no son suficientes, sino que debes puntualizarlos en objetivos.
¿Cuál es la diferencia entre un deseo y un objetivo?
En principio, podríamos decir que un deseo es aquello que queremos o que anhelamos, pero que no sabemos muy bien cómo conseguirlo, o cuándo sucederá.
En cambio, un objetivo es un planteamiento definido sobre qué queremos lograr, cómo queremos lograrlo, en cuánto tiempo y en qué medida.
Es así que éstos, a diferencia de los deseos, nos sirven como guía para saber hacia dónde vamos, y como referencia para saber si lo que estamos haciendo nos acerca (o no) a nuestra meta final.
Por eso, si tienes una empresa y quieres lograr aquello que te propones, es importante que no confundas estos deseos disfrazados de objetivos, ya que éstos no solo no te ayudarán, sino que te mantendrán es una suerte de “limbo”, sin saber en dónde estás, ni hacia dónde ir.
Los no-objetivos que debes evitar
- Quiero que más personas conozcan mi producto.
- Quiero vender mi servicio a todo el mundo.
- Quiero ganar mucho dinero.
- Quiero tener un montón de seguidores en Instagram.
Si en algún momento te has planteado algo similar (o si lo estás haciendo ahora mismo), sigue leyendo porque lo siguiente te interesa.
Cómo plantear objetivos SMART para tu empresa
SMART (inteligente) viene del acrónimo en inglés, el cual alude a las 5 características que todo objetivo debe tener: ser específico, ser medible, ser alcanzable, ser relevante, y estar definido en un tiempo determinado. A continuación te cuento en qué consisten:
- Specific (específico)
- Measurable (medible)
- Attainable (alcanzable)
- Relevant (relevante)
- Timely (en un tiempo determinado)
Específico
¿Qué quieres lograr? Tu objetivo debe estar claramente definido y redactado de tal manera que cualquier persona pueda entenderlo.
Medible
¿Cómo puedes medir su eficiencia? Tu objetivo debe ser cuantificable (medible) mediante una o varias métricas, a lo largo del tiempo.
Alcanzable
¿Es razonablemente factible de lograr? Tu objetivo debe ser ambicioso, pero al mismo tiempo realista, es decir, debe tener en cuenta los recursos de los que dispones.
Relevante
¿Es importante para tu empresa o para tus clientes? Tu objetivo debe estar alineado con las prioridades de tu negocio y con sus posibilidades.
Ubicado en el tiempo
¿Cuál es el plazo para alcanzar la meta? Tu objetivo debe tener una fecha específica para ser cumplimentado.
Es esta metodología, pues, la que te permitirá pasar de un simple deseo o anhelo, a tener un mapa de ruta, mediante el cual podrás saber hacia dónde ir, qué errores has cometido en el camino y cómo puedes mejorar en el futuro.
¿Cómo se puede aplicar a una empresa? A continuación te dejo algunos ejemplos.
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Ejemplos de objetivos SMART
X Quiero que más personas conozcan mi producto.
✓ Quiero incrementar el tráfico a mi sitio web un 20% en los próximos 3 meses.
X Quiero vender mi servicio a todo el mundo.
✓ Quiero aumentar en un 30% la venta de mis consultorías en el próximo semestre.
X Quiero ganar mucho dinero.
✓ Quiero incrementar mi salario neto en 1000 USD el próximo año.
X Quiero tener un montón de seguidores en Instagram.
✓ Quiero ganar 3000 seguidores al mes en mi cuenta de Instagram durante los próximos 10 meses.
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