Introducción
Tanto si tienes una gran empresa, como un pequeño emprendimiento, querrás que tus actuales y potenciales clientes sepan reconocer tu producto o servicio por sobre tu competencia.
Es allí donde entra en vigor la marca. Pero, ¿en qué consiste? ¿Y por qué es clave para que tu empresa se sostenga a lo largo del tiempo? Te invito a seguir leyendo, pues te lo cuento a continuación:
2 aspectos claves de las marcas
Comencemos por decir que una marca va mucho más allá de un logo o un eslogan. Podemos entenderla como un sistema que está conformado tanto por elementos tangibles, como intangibles.
Si piensas en tu empresa, los tangibles son la calidad de tu producto o servicio, como los distribuyes o la forma cómo se atiende. Por su parte, los intangibles son aquellas razones por las cuales las personas eligen tu negocio y se vuelven seguidoras y compradoras recurrentes.
De esta manera, ambos elementos se unen en este sistema que funciona a favor de que tu empresa sea reconocida y apreciada por tus clientes.
Es por esto que trabajar sobre tu marca no solo te va permitir dar a conocer tu negocio, sino que además te ayudará a crear un universo simbólico alrededor del mismo.
Con «universo simbólico» me refiero a aquel conjunto de ideas y valores que hacen que tus clientes se conecten y se sientan identificados con lo que tu empresa representa, el cual le otorga, al mismo tiempo, un valor único a tu producto o servicio.
Por ello, respondiendo al interrogante de para qué sirve una marca, y por qué necesitas trabajarla adecuadamente, diré que uno de sus objetivos más importantes consiste en posicionar a tu emprendimiento, empresa o proyecto como la primera opción en la mente y en el corazón de tus futuros compradores.
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3 pasos para poner a punto tu marca
Una de nuestras labores como agencia digital consiste, pues, en descubrir qué hace única y diferente a tu marca. Cómo podemos diferenciarla de su competencia y qué brindas que los demás no pueden ofrecer.
Para ello, dividimos este proceso en 3 etapas o fases, las cuales consisten en:
La Estrategia
Es la parte conceptual e intangible que te contaba al principio. Aquí desarrollamos los fundamentos de tu marca: su propósito, su personalidad y sus valores. Esta será la base a partir de la cual construiremos todo lo demás.
El Diseño visual
En este paso materializamos los conceptos en elementos tangibles, tales como el logotipo, los colores, la fotografía, los patrones, la tipografía, etc.
La Implementación
Con todo lo anterior listo, el siguiente paso consiste en realizar acciones que, por un lado, tengan un impacto real en las personas a las que queremos llegar, y por el otro, que sean consecuentes con lo que la marca representa.
El valor que tiene tu marca para tu negocio
Al inicio de todo emprendimiento, un 80% del negocio es lo que se vende, y puede que, en cambio, la marca sea un pequeño añadido.
Pero al pasar del tiempo, y si se ha hecho un buen trabajo, esta se constituye como el activo intangible de mayor valor, ya que es aquello que las personas buscan cuando pasan los años.
Cuando ofrecemos una marca, le damos a nuestro público muchas más opciones y razones por las cuales elegirnos. Por el contrario, cuando ofrecemos simplemente un producto o servicio, nuestro diferencial se limitará casi exclusivamente al precio o la calidad del mismo.
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